En la mayoría de casos los estudiantes tienen que enfrentarse al reto del aprendizaje con un escaso conocimiento en técnicas de estudio. Y es que aunque parezca algo muy sencillo de primeras, el aprendizaje es un proceso complejo que requiere de unos «requisitos» para ser óptimo y eficaz. Además siempre habrá que tener en cuenta la variabilidad tanto de la tarea en cuestión como de la propia persona que quiera aprender, que tendrá su propio ritmo y características condicionantes.
En definitiva, si nos enfocamos en estudiar una materia, tendremos que tener en cuenta sus características, es decir, qué va a requerir la materia (memoriza, síntesis, comprensión, etc…), y cómo nosotros consolidamos mejor la información (repetición, códigos, práctica, etc…).
Por otro lado, el estudio tiene varias etapas, y aunque las técnicas más comunes se centran en el proceso de consolidación y memorización, aquí haremos un recorrido esquematizado con las técnicas más útiles para cada momento.

Técnicas de estudio según fase del aprendizaje
Adquisición
- Lectura atenta
- Hacernos preguntas y anotar las respuestas en los apuntes
- Añadir información adicional
- Recursos visuales (dibujos o mini-esquemas)
Síntesis y estructuración
- Mapa conceptual o esquema
Memorización y consolidación
- Tarjetas de estudio en sistemas de repetición espaciados
- Tests de prueba o simulacros de examen
- Reglas mnemotécnicas y otras creativas
- Recitar temario
Empezó a ser estudiada por Hermann Ebbinghaus en 1885 y desde entonces se han hecho numerosos estudios que a día de hoy mantienen la idea de que para que exista memorización debe haber una buena estructuración previa y posteriormente repetición. Esto dio lugar a los sistemas de repetición espaciados, que sin duda son la mejor manera de consolidar lo aprendido. Una aplicación web muy útil para esto es ANKI, que permite diseñar tarjetas de estudio y programarlas según nuestra curva de olvido.

Por otro lado, técnicas como las mnemotécnicas son muy útiles para memorizar información que no tiene coherencia o un sentido lógico, como puede ser el caso de la tabla periódica o las capitales de los paises. Aquí uno puede volverse creativo y elaborar su propios códigos, reglas o historietas que vayan vinculando el contenido de estudio.
Por último, solo queda señalar la importancia de tener buenos hábitos de estudio para poder rendir de manera óptima y disfrutar de lo que se está aprendiendo. Estudiar un poco cada día, tener un ambiente relajado y agradable y saber cómo recompensarnos por nuestro trabajo son variables que jugarán siempre a nuestro favor para alcanzar los logros académicos que nos marquemos.
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Vicky R. Barcia.
Psicóloga Clínica Mtr. en Orientación de la Universidad de SevillaDipl. (c) en Salud Mental y Psiquiatría
Psicóloga Clínica Magister en Orientación de la Universidad de Sevilla, España. Estudios en equinoterapia y experiencia en programas de «Respiro Familiar» y en «Orientación Educativa» en la US.