Cuando hablamos de autoboicot o autosabotaje nos referimos a todas aquellas conductas y creencias basadas en miedos no confrontados, que van en contra de nuestros objetivos, en función de entorpecer y ponernos trabas a nosotros mismos. En consecuencia, esto nos genera un gran desgaste o sensación de malestar por hacer lo opuesto a lo que nos gustaría conseguir.

En la adolescencia, ocurren diversos cambios a nivel físico, mental y emocional, y estos ocurren de manera muy rápida y abrupta, al punto que la adolescencia se siente como estar en una montaña rusa, llena de vaivenes emocionales que no se esperan y que no siempre se comprenden. Durante la adolescencia, la identidad, orientación sexual, sistema de valores, límites, incluso personalidad, aún se encuentran en desarrollo o terminando de forjar, por ende es muy común que surjan conductas autosaboteadoras producto de un conflicto entre algo que deseas mucho en determinado momento, como por ejemplo cuando las expectativas son muy altas sobre algo que en realidad se aleja del resultado esperado.
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Las 7 causas más comunes del autoboicot
- Patrones aprendidos en la infancia: Durante el periodo de la infancia, un entorno de crianza excesivamente crítico o muy perfeccionista, serían la causa de conductas que desvalorización los logros de un niño, como también, las altas exigencias y expectativas muy elevadas principalmente por parte de los padres, pueden ser internalizadas por el niño como actitudes obstaculizadoras ante los primeros retos y compromisos en su vida.
- Miedo al cambio: Sentir temor a equivocarnos al escoger una opción en determinados momentos en la vida, puede generar la necesidad de mantenernos en nuestra zona de confort, ya que desde ahí podemos controlar cómodamente cualquier situación, aunque ese cambio signifique dar un gran paso en nuestra vida.
- Miedo al fracaso: El miedo a fracasar puede llegar a ser paralizante y limitante y está condicionado por ciertos factores, uno sería la interpretación que realizamos de la situación, la anticipación que hacemos sobre las posibles consecuencias y la valoración hacemos sobre nosotros a partir del resultado que obtenemos. Estos factores influyen internamente en nuestros pensamientos, emociones y como reaccionamos antes las distintas situaciones o desafíos que tengamos, sobre todo cuando se trata sobre las expectativas de los demás.
- Creencias limitantes: Son todos aquellos pensamientos que se convierten en una barrera para poder desarrollar potencialidades, construidos a base de experiencias negativas y que generar una sensación de inseguridad. Por ejemplo: “No merezco el éxito”, “no me ha salido bien en otras ocasiones por lo que si lo intento nuevamente fracasaré”.
- Problemas de gestión emocional: La capacidad de manejar de manera adecuada las emociones, implica tener conciencia sobre la relación entre la emoción, el pensamiento y la conducta en la persona. Cuando el miedo o la incertidumbre no son gestionados de la manera adecuada, evitando constantemente el conectar con estas emociones desde una temprana edad, se generan conductas autosabotiadoras que son autolimitantes para la persona y pensamientos como por ejemplo: “lo voy a pasar mal si lo hago”.
- Inseguridad: Tener escasa confianza en uno mismo es una de las principales características asociadas a la inseguridad y la baja autoestima. El principal motivo son los pensamientos poco ajustados a la realidad que pueden llevar a la persona a interpretar la realidad de forma poco objetiva y distorsionada, por ejemplo: “no seré capaz de hacerlo” aunque ni siquiera lo he intentado.
- Indecisión: La dificultad a la hora de tomar una decisión es uno de los factores más comunes que contribuyen al autoboicot, cuando por ejemplo la persona siente que si no hay compromiso directo o alguna responsabilidad, simplemente se evita el tener que elegir.
¿Cuáles serían las consecuencias del autoboicot?
Algunas de las consecuencias relacionadas al autoboicot en los adolescentes siempre irían de la mano con los pensamientos negativos (ej: no puedo hacerlo, no soy capaz, seguro que me sale mal, etc.) y creencias irracionales (siempre voy a fallar en eso, perder es de fracasados, si algo no es perfecto no está bien, etc) lo que establece creencias limitantes que condiciona sus conductas antes diversas situaciones, y como principal consecuencia el “no conseguir los logros que uno se propone”.
- Baja autoestima: La autoestima habla sobre el aprecio o cariño que no tenemos nosotros mismos, esta autovaloración al ser negativa nos limita y afecta sobre todo en la adolescencia, generando en los jóvenes problemas de comunicación, dificultad en las relaciones con otros adolescentes por miedo o vergüenza de expresar sus opiniones, miedo a no sentirse aceptado, temor al cambio, temor al fracaso, sensación de falta de control y falta de confianza.
- Autoconcepto: El concepto de uno mismo o autoconcepto, es la visión o idea que tenemos sobre nosotros mismos, esto influye en la manera que nos tratamos. Al desarrollar un autoconcepto erróneo, estamos limitando nuestra visión, impidiendo que sea completa y objetiva sobre de nuestro concepto de persona.
- Estilo de personalidad evitativo: Si durante nuestra adolescencia elegimos evitar en repetidas ocasiones por temor a ser rechazados, ser criticados negativamente o ser humillados, lo que hacemos es desaprovechar situaciones que nos permitirían adquirir nuevas habilidades y experiencias que puedes ser favorables para nuestra vida, tanto si evitamos afrontar las situaciones o si dejamos pasar las oportunidades de crecimiento que se nos presentan, así es como se va desarrollando un patrón de personalidad evitativo.

Por lo antes mencionado, el autoboicot termina siendo una manifestación de todos aquellos aspectos que la persona no consigue aceptar de ella misma, todas aquellas creencias basadas en miedos y que al no poder ser confrontados, han ganado peso y poder dentro de sí misma. Una de las formas en que puede incluso llegar a mostrarse es el síndrome del impostor.
Si sientes que tú estás siendo víctima de tus propias conductas autosaboteadoras y que son tan potentes que te desgastan mentalmente, impidiéndote actuar correctamente en un área concreta de tu vida, te invitamos a pedir orientación psicológica o directamente una psicoterapia para hacer los cambios que tu vida necesita.
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