La ciencia de la sexología es multidisciplinar, abarca áreas como la psicología, la biología e incluso la comprensión antropológica de la sociedad. Un tema que traté en el artículo ¿Qué es la sexología y cómo estudiarla?.
Un buen diagnóstico inicial, ya sea en la disfunción eréctil u otro padecimiento, no solo asegura un proceso terapéutico efectivo y rápido, sino que también permite explorar la posibilidad de alguna patología silenciosa a la base.

Uno de los motivos de consulta más recurrente es la disfunción eréctil. Un estudio realizado en 2015 por la Revista Chilena de Urología mostró que el 51,4% de un total de 325 hombres entre 45 y 70 años presentaba disfunción eréctil.
Dentro de las principales causas de la disfunción eréctil se encuentran principalmente elementos psicológicos como la depresión, ansiedad o el «pánico escénico». Problemas que son fácilmente solucionados con un buen plan de terapia psicológica.
Sin embargo, si durante la fase diagnóstica se observa la presencia de tabaquismo o síntomas como dolor al caminar o hipertensión, se suele realizar una interconsulta.
Gracias a esto es que un buen diagnóstico sexológico no solo puede ayudar a que soluciones tus problemas más rápido, sino que además te puede salvar la vida al detectar oportunamente posibles patologías biológicas a la base.
Causas biológicas
La disfunción eréctil no es necesariamente un indicador de alguna alteración a nivel físico que comprometa el correcto funcionamiento del organismo, sin embargo, se debe prestar atención cuando se comienzan a acumular ciertos factores como la edad, tabaquismo, obesidad, hipertensión o colesterol alto, entre otros.
Ante esta situación se aplican pruebas, se hacen preguntas en relación a los hábitos y si se estima necesario se realiza la derivación correspondiente para trabajar desde una mirada interdisciplinaria.

Causas psicológicas
La mente es clave en el proceso de excitación. El cerebro activa una serie de procesos físicos, cognitivos y emocionales cuyo resultado se traduce en la erección. Esta es la razón por la cual, los medicamentos para la disfunción eréctil no siempre surten efecto.
Como mencioné anteriormente, las causas psicológicas que más influyen en la disfunción eréctil son la depresión, la ansiedad y el «pánico escénico». Muchas de las causas psicológicas están asociadas también a factores externos como el trabajo y la comunicación con la pareja.
Proceso diagnóstico y tratamiento de la disfunción eréctil
La metodología para diagnosticar la disfunción eréctil consta de varias fases, consistentes en preguntas y tests en función del paciente, su edad e historial clínico.
Por ejemplo, una pregunta que se suele hacer es «¿te duelen las piernas al caminar?». Una pregunta tan sencilla como esta permite tamizar un posible síndrome de Leriche (una obstrucción en la aorta subabdominal). También, en la misma sesión, se suelen aplicar tests o preguntas para evaluar el estado psicológico del paciente y así determinar cuál es el tratamiento más efectivo.
Cuando ya se conocen con claridad las causas de la disfunción eréctil se procede a realizar el tratamiento psicológico o multidisciplinar, que suele ser único en cada paciente, y a entregar el pronóstico.
