La responsabilidad ha tenido muchas formas, casi todas muy aburridas, enfocadas principalmente en cumplir con aquellos deberes que otros han impuesto, ignorando nuestros deseos e intereses.
El darle una vuelta a aquella visión de responsabilidad es uno de mis intereses cuando estamos en terapia, a final de cuentas, el ser o no responsables es lo que determinará si el proceso terapéutico será un éxito o tardaremos más tiempo del estimado en conseguir resultados. Como sé que muchas personas en menor o mayor medida le tienen cierta aversión a aquella «responsabilidad», ofrezco una visión que muchas veces es totalmente distinta a lo que la sociedad nos ha enseñado: El ser responsables con nosotros mismos.
Una nueva visión de responsabilidad: El pasado como espectador, el presente como director y el futuro como actor
La vida es un continuo planteamiento de caminos, podemos optar por caminar a ciegas bajo el lema hipster/hippie/new wave de Carpe Diem, es decir, vive el momento o, bajo un planteamiento cinematográfico/teatral, de dirigir el guion de nuestras vidas.
El Héctor de hoy (el director) perfectamente podría proyectar su frustración de Bloqueo del Escritor contra su notebook y lanzar su tazón de café contra la pantalla, dañándolo irremediablemente. Está acción haría que el Héctor de mañana seguramente actuara el papel en el que tendrá que comprarse una nueva computadora, con las consecuencias ya esperadas. Mientras que todos los Héctor del pasado, serían los espectadores de una situación que no desearon, viendo como el dinero que se ganaron trabajando ha sido malgastado a causa de las acciones del director.
-Un ejemplo que use en terapia-

El elaborar un pensamiento en el que nosotros somos espectadores, directores y actores de nuestra vida, exime la visión clásica de responsabilidad.
Cuando pensamos en la responsabilidad como una obra en la que nosotros somos los directores, nos encontramos con aquel trozo de libertad que nos ha sido arrebatado, aquella en la que cumplimos ciertas reglas no porque siempre haya sido así o un estamento jerárquicamente superior lo haya dictaminado, sino que las cumplimos ya que es el camino que nosotros, con todas nuestras facultades mentales, consideramos que es correcto seguir.
La responsabilidad y la ansiedad
La ansiedad no tiene porque ser negativa, puede ser aquel impulso que usamos para que nosotros podamos vislumbrar un futuro desagradable y planificar y realizar las acciones necesarias para evitarlo, como si de «viajeros del tiempo» nos tratásemos.
Sin embargo hay algunas excepciones, si la ansiedad nos inmoviliza, los pensamientos son más catastróficos de lo esperado considerando las circunstancias actuales o, no desaparecen tras las acciones realizadas para guiar nuestro futuro, podemos sospechar de que hay un trastorno ansioso de fondo que debe ser diagnosticado y tratado por un profesional.
Puede que te interese: ¿Cómo saber si debo ir al psicólogo? 10 señales a tener en cuenta.

La responsabilidad adquiere más sentido cuando pensamos y actuamos considerando la variable tiempo
3 preguntas para cambiar nuestra vida
- Piensa en que diría tu espectador de hace 1 año con respecto a la obra que estas actuando
- Nosotros como directores ¿qué queremos que haga nuestro actor en una semana más, o en un mes, o un año?
- ¿Cómo podemos mejorar como director, para que nuestro actor represente el papel que nosotros queremos?
Me gustaría conocer sus respuestas para que de esa forma todos podamos ir aprendiendo a trabajar aquel cambio que queremos en nuestras vidas.